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Lo que una iglesia tiene que saber si quiere ministrar a latinos en los EE.UU.

César Carhuachín
Pastor Asociado, Hickory Grove Baptist Church, 
Latin American Campus, Charlotte, NC (2001)



El autor de esta presentación tiene como trasfondo ministerial el trabajo urbano, el trabajo pastoral en una iglesia establecida y el inicio de una nueva iglesia.  El trasfondo ministerial incluye Lima (Perú), Buenos Aires (Argentina) y Charlotte (North Carolina).  
 
El autor tiene cuatro presupuestos en este trabajo: (1) una iglesia anglo con deseos de ministrar a los latinos/as “tiene que saber” ciertas cosas básicas sobre ellos/as;[1] (2) “ministrar” es la acción pastoral de la Iglesia tanto a su membresía como a su área de influencia en la ciudad y más allá, abarcando las necesidades espirituales y físicas;[2] (3) la categoría “latinos/a” refiere a los inmigrantes de América Latina en USA de primera generación y a sus primeros descendientes;[3] (4) la metodología pastoral a usar más adecuada es la presentada en la Conferencia en Medellín en 1968, la cual tiene tres momentos: ver, juzgar y actuar.[4]
 
Esta primera parte de mi presentación tiene como propósito exponer la situación de los latinos/as en USA como pluri-dimensional, globalista e incierta.


I. La realidad de los latinos/as en USA.  (ver)
 
Esta primera parte de mi presentación tiene como propósito presentar la situación de los latinos/as y por qué están en los USA.  Jesús dijo: “También tengo otras ovejas que no son de este redil; aquellas también debo traer, y oirán mi voz; y habrá un rebaño, y un pastor” (Jn. 10.16).


A. Condiciones migratorias.  El Departamento de Migración de USA ha desarrollado una política diferente para los países latinoamericanos que para los países europeos.  Los países latinoamericanos han recibido un tratamiento inmigratoria más cerrada que los anglo-europeos y sajón-europeos.  Dentro de latinoamericana, Cuba ha recibido un tratamiento migratorio más favorable que los otros países latinoamericanos.  

Las razones por las cuales los latinoamericanos emigran a USA incluyen: (1) razones económicas; (2) razones políticas; (3) razones familiares; (4) razones de estudios; (5) razones laborales.
 
            “Tuvimos una familia mexicana en nuestra iglesia que vino a USA para juntar dinero y construir su casa en México.  Luego de trabajar duramente por 3 años ellos regresaron a su país y ahora viven allí en una casa propia”. 

Aunque hemos tenido varios casos como este en nuestra Iglesia, es cierto que muchos emigran a USA por alguna de las razones mencionadas arribas y luego se quedan en este país.


B. Condiciones laborales.  El encuentro de trabajo es sin lugar a duda la motivación número uno de los latinos/as para emigrar a USA.  Lejos de realizar el sueño americano, por años los latino/as tienen que realizar los trabajos que los estadounidenses no quieren realizar.  Estos son trabajos como de construcción, jardinería, limpieza, higiene en los restaurantes, cosechas, etc., en los cuales ellos/as sufren abuso por sus condiciones de comunicación en inglés o por su documentación migratoria.  Ellos/as reciben una mayor exigencia en su trabajo y al mismo tiempo un menor pago por el mismo.  Por estas razones, su condición económica es poco sólida.  A esto se suma la carga de responsabilidad moral familiar de enviar dinero a sus familiares en sus países de origen y ahorrar para comprar su casa.
 
            “Hace poco aconsejé a un padre de familia que había trabajado por tres semanas y que no había recibido su pago.  Las razones que daba su jefe, que era un contratista, era que no tenía el dinero, pero los dueños de la empresa afirmaban haberle pagado por sus servicios”

Esta situación de abuso laboral es común entre los latinos/as inmigrantes.
  

C. Condiciones legales.  La situación legal migratoria de la mayoría de los latinos/as es irregular, alcanzando casi el 66% de la población latina en los USA.  Es decir, más de la mitad de la población latina reside en USA sin una visa de residencia legal.  Además hay un gran número de latinos/as que viven y trabajan con un Número de Seguro Social “chueco” o falso.  En muchos casos, los números son falsos pero el documento es auténtico.  En otros casos, usan el Número de Seguro Social de otra persona o de difunto.  Además de manejar sus autos sin una licencia de manejo auténtica y sin un seguro de auto.  La salida legal para movilizarse laboral y financieramente para muchísimos latinos/as sin residencia legal ha sido el ID Tax Number (W-7).
 
            “Cuando llegué a Charlotte pasé unos días hospedado en el departamento de una familia hispana.  Un día estuve sentado en la escalera de entrada a la casa cuando de pronto se me acercó un auto y bajó un muchacho y me pregunto si era nuevo aquí.  Le dije que sí, entonces me ofreció un Licencia de manejo por $ 100 dólares, una Tarjeta de Seguro Social con un número por $ 300 dólares y una Green Card por $ 600 dólares”.


D. Condiciones educativas.  La experiencia de educativa de los latinos/as es la más crítica de la nación.  Según el Censo del 2000, los latinos/as representan el mayor grupo étnico que deserta del High School.  Las razones varían desde los embarazos prematuros, el deseo de ganar dinero, la falta de motivación y la desvaloración de la educación.  Como consecuencia de esto, los latinos/as se encuentran en el primer lugar de los grupos étnicos que menos ingresan a las universidades.  Aunque existen varios latinos/as en el ámbito académico, es alarmante el futuro de la comunidad latina en el aspecto educativo.
 
            “Con tristeza he tenido que pastorear a jóvenes de 14, 15, 16, 17 años que abandonan sus estudios por los deseos de trabajar en construcción y ganar dinero.  Ellos no encontraron razones lo suficientemente contundentes como para volver a la escuela”.


E. Condiciones psico-espirituales.  Creo que este es el foco más pobre en los latinos/as.  La baja auto-estima es el sentimiento común.  Ellos/as necesitan ser amados y entender que Dios los ama y los acepta con o sin documentación legal.  Ellos/as necesitan ser liberados de sentimientos de culpa impuestos por algunos grupos religiosos que afirman que quebrantar la ley del Departamento de Migración es quebrantar la ley de Dios.  Ellos/as necesitan un grupo de contención para sus necesidades de “pertenencia”, de “familia”, de “motivación”, de “ser apreciados”, de “sentido” y de “propósito en la vida”.  Ellos vienen con una religiosidad tradicional por el hecho de venir de países católicos romanos les hace verse como “sin necesidad de una Iglesia”.  Muchísimos de ellos tienen los corazones abiertos al Evangelio.
 
            “Aún recuerdo que en una visita a una familia recién llegada, dije a la madre de los niños: Dios te ama.  Y Dios te ama porque tu eres importante.  Dios tiene un plan para tu vida y para tu familia.  Sus ojos se llenaron de lagrimas y me dio las gracias por mis palabras”.
 
Obviamente estas cinco condiciones mencionadas no son exhaustivas.  Sólo quiero decirles que es necesario VER “a” y “con” quiénes queremos ministrar el Evangelio.  Estoy seguro que pueden ampliar estas condiciones y agregar algunas otras.


II. Problemas actuales de los latinos/as en USA.  (juzgar)
 
Esta segunda parte de mi presentación tiene como propósito reflexionar sobre la situación social y espiritual de los latinos/as en los USA.  Jesús dijo: “He aquí os digo: Alzad vuestros ojos y mirad los campos, porque ya están blancos para la siega” (Jn. 4.35)


A. Dificultad en comprender la pluralidad de tradiciones latinas en los latinos/as que llegan a USA.  En general, hay más de 21 naciones latinas y con cada una existen  tradiciones particulares que las diferencias unas de otras.  Estas diferencias afectan si se busca agruparlos, especialmente cuando uno de los grupos intenta imponer su supremacía sobre otro o sobre los otros.

         “En cierta oportunidad me preguntaron de qué parte de México yo era.  Le respondí que nunca había estado en México.  Entonces me preguntaron como había aprendido español.  Yo dije: “Soy del Perú y allí también hablábamos español”.


B. Abuso de los derechos humanos por aquellos que tienen el poder político, económico y cultural.  En los últimos años, es evidente que los latinos/as son usados por los políticos como un importante grupo étnico para alcanzar millones de votos.  Las asociaciones para este fin abarcan a personajes de Hollywood, músicos y líderes religiosos.  Actualmente, cientos de compañías y agencias establecidas en USA tienen como objeto de servicio los millones de latinos/as porque saben que hay un mercado gigantesco.  Pero no ha habido propuestas de ellas para resolver los problemas sociales que sufren la gente de la que ellos toman ventaja.  Es de lamentar también que los mismos latinos/as se aprovechan de otros latinos/as ilegales, haciéndoles trabajar y pagándoles sólo parcialmente o no pagándoles su salario.  Y como si fuera poco, si no hablan inglés ellos/as se encuentran en desventaja para defenderse.
 
            “En una conversación, un hermano me dijo con mucha alegría: “Pastor, en el Food Lion nos quieren a los hispanos.  Hay un letrero que dice “Los hispanos son bienvenidos”.  Es claro que para los negocios, los clientes que mayormente pagan con cash son siempre bienvenidos.  Pero si tu tienes problemas con tus papeles, seguro que no te contratan”.


C. Futuro incierto en su liderazgo.  La comunidad latina tiene necesidad de líderes comprometidos con su desarrollo global, en sus problemas familiares, psico-afectivos, legales y socio-económicos, etc.  Es decir, necesitamos un liderazgo interesado y insertado en las luchas de las organizaciones e instituciones que trabajan para elevar la condiciones de vida de los latinos/as.  En la actualidad muchos líderes latinos se valen de sus votos para un puesto político y otros toman ventaja de sus necesidades como la obtención del W-7 y situaciones semejantes.  Tristemente, en muchos casos, los problemas de los latinos/as son oportunidades para tomar ventaja social, económica y política por muchos de los líderes latinos.
 
            “Hace un mes hablé con una familia de 6 miembros, padres y 4 hijos.  Ellos habían pagado cerca de $ 2,000 dólares por la orientación y servicio de completar la solicitud del W-7”.  Un trámite que es gratuito y un formulario que tiene sólo 4 preguntas”.


D. Fragilidad en la configuración familiar y sus relaciones.  Si hay un punto mayor por su fragilidad en los problemas sufridos por los latinos/as esta en la familia.  La ruptura de los matrimonios, el abandono de los hijos/as, la infidelidad en las parejas, los problemas derivados del abuso de las bebidas alcohólicas y las drogas, son serias y alarmantes en la comunidad latina.  Es evidente que en la mayoría de las familias, el bienestar económico y personal esta sobre el bienestar, la solidez familiar y el cuidado de los hijos/as.
 
            “Hace más de un año aconsejé a un padre de familia, que vivía aquí por casi 7 años.  Estaba casado y tenía 3 hijos.  En todos esos años había tenido al menos dos relaciones extra-matrimoniales aquí mientras su esposa e hijos estaban en su país.  El era un fiel asistente a la iglesia.  Y aunque sabía que no hacia lo correcto, su defensa era que su familia en México necesitaba que esté aquí y les envíe dinero”.


E. Falta de auto-estima y de propósito en sus vidas.  La vida espiritual en la comunidad latina carece de falta de auto-valoración de sus personas.  Muchos se consideran incapaces y menores que los anglosajones, debido a que no hablan inglés, a que tienen una profesión en su país pero que realizan trabajos con bajo salario y a que no tienen una residencia legal.  La mayoría vive en la preocupación y las demandas que hace la vida diaria, ya que temen perderlo todo en casos de deportación.  La “ilegalidad residencial” es la cruz que los latinos/as cargan día tras día.  Por esta última razón, ellos no tienen un propósito trascendental en sus vida, salvo los inmediatos.  
 
            “Hace como 4 años recibí una encuesta hecha por un pastor hispano.  El preguntaba si nosotros poníamos en lugares de liderazgo a los ilegales.  Preguntaba si un ilegal podía ser diácono”.



III. Desafíos actuales para las Iglesias en USA.  (actuar)
 
Esta última parte tiene como propósito ofrecer algunas sugerencias de acciones pastorales para las Iglesias a favor de la transformación global de la vida de los latinos/as en USA.  Jesús dijo: “Como me envió el Padre, así también yo os envío” (Jn. 20.21).


A. Desarrollar una nueva perspectiva cristiana y madura sobre los latinos/as.  Los latinos/as son inmigrantes y no ilegales.  Ilegal es una categoría que usa el Departamento de Inmigración y Naturalización y no bíblica.  Las Iglesias deben enfocarse en las necesidades globales de los latinos/as a quienes ellos ministran antes que en su status migratorio.  Ellas deben desarrollar prácticas integración multicultural en los cultos, en el cuerpo de diánocos/as, en las comisiones, etc.  Los latinos/as deben ser vistos como “sujetos” en la misión pastoral de la Iglesia y no sólo como “objetos” de la misma.  Es necesario desarrollar la perspectiva de trabajar “con” los latinos/as antes que “por” los latinos/as.


B. Respetar a los latinos en su derechos a vivir dignamente y exigir su respeto en las instituciones estadounidenses.  Las Iglesias necesitan ampliar su compromiso con los latinos/as, de un interés meramente espiritual a un compromiso por cambiar la situación y las estructuras que los mantienen en situación de desventaja en la sociedad estadounidense.  Las Iglesias y las organizaciones cristianas en general, deberían de comprometerse en apoyar propuestas políticas que hagan justicia a la situación en que viven millones de latinos/as en USA, como las de amnistía, permisos de trabajos, visas para estudiantes, servicios médicos al alcance de inmigrantes de bajos ingresos o sin una visa legal de residencia.  Además de recibir los beneficios del Seguro Social sin consideración de tener la ciudadanía estadounidense.


C. Promocionar la educación secundaria y universitaria entre la comunidad latina.  Estrechamente relacionado con el punto anterior, las Iglesias deben apoyar todos los esfuerzos para que los latinos/as tengan la posibilidad de estudiar en las universidades sin la condición de una residencia legal.  Así también, las Iglesias deben incentivar, apoyar y motivar a los latinos/as en sus luchas personales, en sus conflictos financieros, en sus dilemas familiares para completar sus estudios secundarios.


D. Trabajar para una mayor comunicación y fortalecer los nuevos tipos de familias del siglo XXI.  El trabajo pastoral de las Iglesias debe incluir un ministerio que asista a las familias latinas en sus necesidades más cruciales como el cuidado de niños, aconsejamiento pastoral y charlas de enriquecimiento familiar.  Además, la Iglesias deben trabajar en lograr cambios permanentes en las relaciones familiares como las relaciones entre esposos y entre padres e hijos, que modifiquen las futuras generaciones latinas, y en consecuencia las congregaciones latinas.


E. Ministrar el evangelio a los/as latinos/as en forma solidaria en lo material (solidaridad en tiempos de migración) y persuasiva (persuasión a la fe en Cristo en tiempos de necesidad espiritual).  Las Iglesias deben de implementar ministerios que suplan sus necesidades más urgentes e inmediatas como un ministerio de ropas, un ministerio de comida, un ministerio de muebles, un ministerio de salud, etc.  Las Iglesias deben guiar a sus misiones latinas a que implementen programas de discipulado para niños, jóvenes, solteros y adultos, puesto que la mayoría de latinos/as vienen de hogares católicos mayormente nominales.  Ellos/as saben poco o nada de la fe cristiana con fundamento bíblico.  Es necesario distinguir religiosidad de experiencia de fe cotidiana, ya que la Iglesia debe guiar a los objetos de su misión a un encuentro de fe personal con Jesucristo.


Notas:

[1] Para una amplia presentación sobre este punto, ver: Juan González, Harvest of Empire.  A History of Latinos in America (New York, NY: Penguin Group, 2000).
[2] Orlando Costas, La iglesia y su misión evangelizadora (Buenos Aires, Argentina: Editorial La Aurora, 1971) y C. René Padilla, Misión integral.  Ensayos sobre el reino y la iglesia (Buenos Aires, Argentina: Nueva Creación, 1986).
[3] Entiendo y acepto la categoría «hispano-americano” hecha por Segovia para los hijos de inmigrantes latinos, ver:  Fernando F. Segovia “Aliens in the Promised Land: The Manifest Destiny of U.S. Hispanic American Theology” en Hispanic/Latino Theology.  Chalenge and Promise, editado por Ada María Isasi-Díaz y Fernando F. Segovia (Minneapolis, MN: Fortress Press, 1996), pp. 15-16.
[4] CELAM.  Documentos finales de Medellín.  II Conferencia General del Episcopado Latinoamericano.  Medellín.  Setiembre de 1968 (Buenos Aires, Argentina: Ediciones Paulinas/, 1971).  He trabajado con esta simple metodología en el establecimiento de una iglesia hispana en Charlotte, NC.  Ver: “Ministrando a la comunidad latina”, en El ministerio latino en USA.  Perspectivas teológicas y pastorales, editado por César G. Carhuachín (Charlotte, NC: International Minute Press, 2002), pp. 117-123.

César Carhuachín es peruano-estadounidense. Es Presbítero de la Palabra y Sacramento de la Iglesia Presbiteriana, en Estados Unidos, y miembro del Presbiterio de Charlotte, Carolina del Norte. Es Doctor en Teología por la Pontificia Universidad Católica Argentina y Doctor en Ministerio por la Drew University, en New Jersey. Ha ejercido el ministerio en Perú, Argentina, Estados Unidos y Colombia. Actualmente es Trabajador en misión de la Oficina de Misiones Mundiales de la Iglesia Presbiteriana, sirviendo como Profesor de Biblia y Teología en el Programa de Teología de la Corporación Universitaria Reformada en Barranquilla, Colombia.

Nota: Este artículo fue subido a la página de la FTL el 19/02/2024.